Viernes 16 de febrero de 2024 – 9:31 ET Fitch Ratings-New York/Londres-16 de febrero de 2024: El cierre de la mina de cobre Minera Panamá ha reforzado la presión a la baja sobre la calificación soberana ‘BBB-‘, dice Fitch Ratings, al sumarse a los desafíos fiscales existentes, afectando las perspectivas de crecimiento a corto plazo y resaltar las debilidades de la gobernanza. Fitch revisó la perspectiva de la calificación a Negativa desde Estable en septiembre de 2023, antes del cierre de la mina en diciembre pasado.

La Perspectiva Negativa se relaciona con desafíos fiscales y de gobernanza interrelacionados. Las finanzas públicas siguen siendo estructuralmente débiles, en medio de crecientes costos de intereses, presiones de gasto y débiles ingresos tributarios. Las autoridades se han basado en maniobras excepcionales y contables para cumplir los objetivos fiscales, y han promulgado medidas que, según Fitch, podrían empeorar en lugar de mejorar la tendencia subyacente. Estos incluyen una ley para aumentar el gasto en educación al 7% del PIB, en respuesta a las protestas de 2022, y un presupuesto mayor para 2024.

El cierre de Minera Panamá y la agitación social que lo provocó agravan estos desafíos. Esto ha llevado a Fitch a recortar su proyección de crecimiento para 2024 del 4,5% al ​​1,5%, con mayores riesgos de efectos de segunda ronda. Privará al gobierno del 0,5% del PIB en regalías previamente asumidas en nuestras previsiones y podría hacerlo responsable de costos significativos en un arbitraje.

El gobierno reportó un déficit fiscal del 3,0% del PIB estimado por Fitch en 2023, en línea con el límite legal y por debajo de la proyección anterior de Fitch. Sin embargo, esto dependió del 1,4% del PIB en ingresos extraordinarios, algunos de los cuales no estaban en nuestra base de referencia, incluidas las ventas de terrenos al Canal de Panamá, las regalías de la mina, una amnistía fiscal y la anticipación de algunas recaudaciones de impuestos para 2024. Las empresas públicas registraron un superávit operativo sin precedentes, cuya naturaleza aún no está del todo clara. El gasto de capital estuvo por debajo de nuestras proyecciones. Sin embargo, las organizaciones empresariales estiman que las autoridades han acumulado atrasos por valor de 1.700 millones de dólares (2% del PIB). Los atrasos revelados en 2019 dieron lugar a revisiones al alza de los déficits históricos.

El presupuesto de 2024 proyecta un aumento de los ingresos y autoriza un aumento mayor del gasto, lo que implicaría un déficit más amplio del 5,6% del PIB si se implementa en su totalidad, pero supone que una subejecución sustancial reducirá este déficit al límite legal inferior del 2%. La propuesta presupuestaria original preveía un déficit del 6,7% del PIB antes de la subejecución, pero fue revisada a finales del año pasado para recortar el gasto.

No está claro cuánta mejora fiscal producirá esta revisión. Dado que el presupuesto ya suponía una subejecución tan grande, la reducción del gasto autorizado puede tener un efecto limitado sobre el gasto real ejecutado. Dicho esto, la terminación de los subsidios al combustible y la transferencia social Vale Digital proporcionada desde la pandemia ofrecerán ahorros significativos de alrededor del 0,8% del PIB. Esto se asumió en el presupuesto original y no forma parte de los recortes.

Pero los riesgos para los ingresos han aumentado. La actualización del presupuesto no redujo materialmente los ingresos tributarios y de seguridad social esperados, a pesar de recortar la proyección de crecimiento para 2024 del 5,0% al 2,5%. La recaudación de impuestos históricamente estuvo a la zaga de la actividad económica, creciendo un 1,7% en la última década en términos anuales compuestos (netos de ingresos extraordinarios) frente a un crecimiento del PIB nominal del 5,8%. Las autoridades creen que la facturación electrónica permitirá que la recaudación de impuestos crezca muy por encima del PIB nominal, pero esto es incierto.

Una grave sequía que afectara el tráfico del canal podría producir un déficit presupuestario de alrededor del 0,4% del PIB. El presupuesto espera que aumenten las contribuciones del canal, pero el canal preveía una caída en su propio presupuesto aprobado en septiembre de 2023 y sus proyecciones han empeorado desde entonces.

A la luz de estos acontecimientos, Fitch ha elevado su previsión de déficit para 2024 del 4,3% al 4,7% del PIB. Las perspectivas de consolidación dependerán de los planes del próximo gobierno, tras las elecciones de mayo. El régimen de beneficios definidos del sistema de pensiones agotará sus reservas pronto debido a un creciente déficit que plantea un asunto urgente para el próximo gobierno. Se harán más difíciles nuevos recortes al gasto de capital dados los desembolsos necesarios para los proyectos en marcha y los ya completados bajo programas de “pagos diferidos”. Ningún candidato ha señalado planes concretos de reforma tributaria para superar las compensaciones en materia de gasto. Las protestas de 2022 y 2023 ponen de relieve un contexto difícil para las medidas fiscales correctivas.

https://www.fitchratings.com/research/sovereigns/mine-closure-adds-to-existing-credit-pressures-in-panama-16-02-2024

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