En declaraciones recientes, el expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, calificó al Canal de Panamá como un activo vital para la economía y la seguridad nacional de su país, enfatizando su importancia estratégica para el comercio y el despliegue militar. Según Trump, Estados Unidos, principal usuario del Canal, depende de esta vía para reducir los tiempos de transporte hacia sus puertos y para el movimiento rápido de su Armada entre el Atlántico y el Pacífico.
Trump recordó que el Canal, considerado una de las maravillas del mundo moderno, fue construido hace 110 años bajo la administración del presidente Theodore Roosevelt y a un gran costo humano y financiero para Estados Unidos. Durante su construcción, unas 38.000 personas, en su mayoría trabajadores estadounidenses, perdieron la vida debido a enfermedades tropicales.
El exmandatario criticó duramente al expresidente Jimmy Carter, quien firmó los tratados Torrijos-Carter que devolvieron el control del Canal a Panamá en 1999. Según Trump, este acuerdo fue “tonto” y “una estafa” para Estados Unidos, argumentando que las tarifas actuales cobradas por Panamá son «ridículas» y perjudican tanto a la Armada como al comercio estadounidense.
“Esta completa estafa a nuestro país cesará de inmediato”, declaró Trump, advirtiendo que, de no respetarse los principios legales y morales del acuerdo original, Estados Unidos podría exigir la devolución total del Canal de Panamá. También instó a los funcionarios panameños a actuar de manera justa y en cooperación con Washington.