La agencia de calificación crediticia Moody’s rebajó las calificaciones de varios bancos medianos de Estados Unidos y puso en revisión otras seis entidades de gran tamaño, entre ellas Bank of New York Mellon, US Bancorp, State Street y Truist Financial. La agencia de calificación de riesgo también advirtió de que la fortaleza crediticia del sector se verá probablemente puesta a prueba por los riesgos de financiación y la menor rentabilidad.
Moody’s dijo que los resultados del segundo trimestre de muchos bancos mostraron crecientes presiones sobre la rentabilidad que reducirán su capacidad de generar capital interno. La agencia también dijo que una leve recesión en Estados Unidos está en el horizonte para principios de 2024 y que la calidad de los activos parece que va a disminuir, con riesgos particulares en las carteras de bienes raíces comerciales de algunos bancos.
La quiebra de Silicon Valley Bank y Signature Bank a principios de año desencadenó una crisis de confianza en el sector bancario estadounidense, provocando una retirada masiva de depósitos en multitud de bancos regionales a pesar de que las autoridades lanzaron medidas de emergencia para apuntalar la confianza.
La rebaja de Moody’s es un recordatorio de que incluso los bancos más grandes de Estados Unidos no están a salvo de los riesgos financieros. La agencia de calificación ha advertido de que las entidades bancarias se enfrentan a varios retos, entre ellos la subida de los tipos de interés, la ralentización del crecimiento económico y el aumento de las pérdidas crediticias.
La rebaja de Moody’s podría tener un impacto negativo en el sector bancario estadounidense. Los bancos con calificaciones más bajas tendrán que pagar más intereses por los préstamos y serán más propensos a ser objeto de una mayor escrutinio por parte de los reguladores. Esto podría hacer que sea más difícil para los bancos obtener préstamos y expandir su negocio.