Al concluir el mes de diciembre de 2023, el Centro Bancario Internacional de Panamá (CBI) reportó activos totales por valor de USD 147,526 millones. Este monto representa un crecimiento de USD 7,487 millones, o un 5.3% interanual. Este crecimiento es el resultado de una estrategia enfocada en maximizar el rendimiento de los activos productivos.
Esta expansión en la parte activa del balance refleja una aceleración en la dinámica de crecimiento de los activos productivos, impulsada primordialmente por un aumento del 4.6% en la cartera de créditos neta, que cerró con un saldo de USD 87,202 millones, y un notable aumento del 9.2% en el componente de inversiones.
Paralelamente, se ha fortalecido la estructura de capital y pasivos, lo que, más allá de optimizar la rentabilidad, también podría mitigar potenciales riesgos que se vislumbran en este 2024.
La cartera de créditos locales alcanzó un saldo de USD 60,604 millones, lo que representa un crecimiento del 3.4% en comparación con el cierre del año anterior, equivalente a un incremento de USD 2,017.6 millones. A pesar del contexto de aumento en las tasas de interés, la expansión crediticia se observó en la mayoría de las carteras, impulsada en gran medida por el robusto desempeño de los sectores de la economía real durante los primeros tres trimestres del año. No obstante, desde octubre se ha percibido una desaceleración, tendencia que podría mantenerse si la actividad económica experimenta una ralentización durante 2024 que, junto a las tasas de interés actuales, y la carga financiera de empresas y hogares, podría restringir la demanda de financiamiento.
En cuanto a la calidad de cartera del CBI al mes de diciembre 2023, se registra una ratio de mora de 4%, del cual el 1.6% está representado por créditos cuyos atrasos son a +30días, mientras que los créditos con atrasos a +90 días representan 2.4%. Actualmente, el índice de morosidad del SBN local se mantiene en torno al 5.64%. Este dato sugiere que, aunque se presentaron elementos de recuperación, todavía se requiere estabilizar y reducir los niveles de riesgo a un umbral más sostenible y acorde con las expectativas prepandemia.
En materia de depósitos en 2023 el Centro Bancario Internacional (CBI) consolidó su posición como un centro financiero a nivel regional, registrando un crecimiento del 6.8% interanual, alcanzando un total de USD 105.117 millones. Este desempeño fue impulsado por un aumento del 3.5% en los depósitos internos y del 12.8% en los depósitos externos, reflejando la confianza de los clientes, tanto locales como internacionales, en la solidez y estabilidad de la plaza bancaria panameña. Por región, los depósitos locales experimentaron un aumento de USD 2,163 millones durante el período cubierto por este informe en comparación con el mismo período de 2022. En cuanto a los depósitos externos, se observó un incremento interanual de USD 4,575 millones, alcanzando un saldo de USD 40,320 millones. Estos depósitos constituyen el 38.4% del total en el Centro Bancario Internacional. Colombia se ha destacado como el principal país de origen de estos depósitos, seguido por Venezuela, Costa Rica, República Dominicana y Ecuador. La variación en la distribución geográfica de estos depósitos refleja las diferencias en el desempeño económico y las políticas financieras de cada país, pero más importante aún, evidencia la confianza depositada por los clientes internacionales en las entidades bancarias establecidas en la plaza local. El movimiento de los depósitos locales nuevamente presenta un cambio en el tipo de producto, siendo los depósitos de plazo fijo, los renglones más beneficiados, donde se denota un crecimiento de 8.5%, versus los depósitos de ahorros, donde se observa una disminución de 5.8%. Este comportamiento se debe a los incrementos de las tasas de interés, donde los clientes obtienen mejores rendimientos producto de estas alzas.
Al cierre del mes de diciembre de 2023, las utilidades acumuladas de los bancos de CBI totalizaron USD 2,709.0 millones. La cifra representa un alza en los beneficios de 42.6% frente al mismo período hace 12 meses. Este resultado fue impulsado por la evolución del margen financiero y comisiones, derivada del continuo crecimiento en la cartera de crédito, la gestión en la calidad de los activos, y el control en los gastos, así como una reducción en las provisiones en atención a la estimación preventiva para riesgos crediticios. La rentabilidad también recibió un impulso por la recepción de utilidades provenientes de otras entidades de grupos bancarios.
Al cierre de 2023 las operaciones del Centro Bancario Internacionales (CBI) en su conjunto mantuvieron un desempeño positivo. La rentabilidad de los establecimientos de crédito reflejó signos de mejora continua, junto con niveles de liquidez y solvencia, que en el agregado se ubican en una posición de holgura sobre sus límites regulatorios. Los indicadores prudenciales de solvencia y liquidez, que en los últimos datos disponibles registraron niveles de 15.3% y 62.2% respectivamente, han permanecido por encima de los mínimos regulatorios requeridos, y con ello, la banca mantiene un comportamiento, que se ha traducido en un fortalecimiento y capacidad patrimonial que les permitirá seguir desempeñando la actividad de intermediación en el mediano y largo plazo.
Desde una perspectiva macroeconómica, hacia adelante se espera un menor dinamismo en los indicadores clave de rendimiento económico a nivel doméstico. Esta tendencia a la baja respondería a las medidas de cierre implementadas entre octubre y noviembre de 2023. En particular, se han evidenciado impactos en varios sectores clave de la economía, incluyendo, pero no limitándose a, la agricultura, construcción y el turismo. Estos efectos adversos se manifiestan en un deterioro de la calidad de cartera como resultado de una disminución de los niveles de actividad, una alteración en las cadenas de suministro y ciclos productivos, y una reducción en la demanda de bienes y servicios de estos sectores. Estos efectos se vienen monitoreando, ya que tienen el potencial de alterar las proyecciones de crecimiento y las estrategias de inversión a corto y medio plazo, lo cual podría tener un impacto clave en el desempeño del portafolio y calidad de la cartera.
Se concluye que los bancos operativos están en conformidad con las normativas regulatorias vigente, manteniendo una posición adecuada en términos de capitalización y liquidez, lo que les permitirá fortalecer la capacidad de respuesta para enfrentar posibles riesgos. Sin embargo, a raíz de los eventos ocurridos a finales de año, se han identificado factores de riesgo persistentes, especialmente relacionados con la calidad de la cartera crediticia. Esta situación ha llevado a intensificar las actividades de supervisión bancaria y los ejercicios de seguimiento, enfocándose en la gestión de riesgos por parte de las entidades bancarias y su solidez patrimonial para responder a diversos escenarios económicos y financieros. Es crucial que las entidades continúen mejorando sus prácticas de gestión de riesgos y fortalezcan sus reservas de capital, para asegurar una respuesta eficaz ante fluctuaciones en la calidad de la cartera y otros desafíos emergentes en 2024. La supervisión bancaria ejercida por la SBP permanecerá vigilante, promoviendo un entorno financiero estable y resiliente.
Fuente de la nota: Informe de actividad bancaria diciembre 2023