- Las pérdidas económicas por fenómenos climáticos extremos aumentan y las pérdidas aseguradas crecen entre el 5% y el 7%.
- La baja penetración de los seguros en economías emergentes, la concentración de la población en zonas de riesgo y una mayor frecuencia de eventos extremos explican la brecha de aseguramiento
17 de noviembre de 2025. La baja penetración de seguros en América Latina y en países como Panamá deja a millones de personas y empresas expuestas ante el aumento de fenómenos climáticos extremos, según el informe “Cambio Climático, Riesgos Extraordinarios y Políticas Públicas” presentado por MAPFRE Economics en el marco de la COP30.
El estudio revela que en América Latina solo el 19% de las pérdidas económicas por desastres naturales están aseguradas, una brecha que refleja la limitada cultura de protección financiera frente a eventos como inundaciones, olas de calor y tormentas intensas, cuya frecuencia y severidad se han incrementado en la última década, realidad de la cual cual Panamá no escapa.
Las elevadas brechas de aseguramiento por catástrofes naturales (gap CatNat) en muchas regiones se deben principalmente a una baja penetración de los seguros en muchas economías emergentes, así como a una mayor concentración de la población en ciudades y áreas de alto riesgo, y a una mayor frecuencia y severidad de eventos extremos por efecto del cambio climático.
Estas son algunas de las conclusiones del informe ‘Cambio Climático, Riesgos Extraordinarios y Políticas Públicas’, presentado por MAPFRE Economics en el marco de la COP30, para analizar el impacto creciente del cambio climático sobre los riesgos extraordinarios que cubre la actividad aseguradora, especialmente en un contexto de intensificación de fenómenos extremos y de ampliación de brecha de protección de los desastres naturales.
Durante la presentación ha participado Mónica Zuleta, directora corporativa de Sostenibilidad de MAPFRE, y Ricardo González, director de Análisis, Estudios Sectoriales y Regulación de MAPFRE Economics, quien ha puesto de manifiesto, que “las pérdidas aseguradas derivadas de fenómenos catastróficos han mostrado una tendencia ascendente sostenida a largo plazo, situándose, según del Swiss RE Institute, en un rango de crecimiento anual del 5% al 7% desde 1992”. En esta línea, ha subrayado, además, que “aunque este incremento suele atribuirse al impacto del cambio climático, también influyen otros factores como el crecimiento económico y demográfico, la expansión de zonas vulnerables con sistemas de alertas tempranas o planes de evacuación y prevención poco desarrollados, y el alza en los valores inmobiliarios”.
El director de Análisis, Estudios Sectoriales y Regulación de MAPFRE Economics, ha indicado, además, que “las pérdidas económicas por fenómenos meteorológicos y climáticos extremos están aumentando y se prevé que sigan haciéndolo debido a la mayor frecuencia y gravedad de las catástrofes causadas, entre otros factores, por el calentamiento global”. Según apunta la investigación de MAPFRE, en 2024, este tipo de catástrofes provocaron pérdidas económicas que superaros los 300 millardos de dólares por novena vez consecutiva, un 14% más, de los cuales cerca de 145 millardos de dólares estaban asegurados.
Frente a este panorama, MAPFRE refuerza su compromiso con la sostenibilidad y se ha fijado como meta ser una empresa neutra en carbono para 2030. Esto incluye acciones concretas en sus operaciones, inversiones y productos de seguros, así como el impulso de soluciones que favorezcan la movilidad eléctrica, la transición energética y la agricultura regenerativa.
¿Qué Podemos hacer en Panamá? Reducir la brecha como desafío de política pública
Cerrar la brecha de protección aseguradora para los riesgos catastróficos es un reto que requiere la acción coordinada de las entidades aseguradoras con todos los niveles de gobierno, ya que, sin las medidas y mecanismos de protección y compensación necesarios, los riesgos climáticos se convierten en no asegurables o inasequibles.
En este sentido, el informe destaca la importancia del desarrollo de marcos de colaboración entre las administraciones públicas y el sector asegurador para gestionar y compartir riesgos de desastres, como por ejemplo a través de entidades que existen en países como España, como el Consorcio de Compensación de Seguros, que indemniza siniestros extraordinarios. También hace referencia a la importancia de promover incentivos para la prevención y reducción de riesgos por fenómenos climáticos adversos, como los sistemas de alertas tempranas, que proporcionan datos en tiempo real para estimar la intensidad y trayectoria de tormentas, inundaciones, olas de calor o incendios forestales; y a incrementar las medidas orientadas a ampliar la cobertura aseguradora, como por ejemplo, a través de soluciones paramétricas, que ofrecen una respuesta rápida y eficiente ante desastres climáticos al realizar pagos automáticos basados en parámetros medibles y predefinidos, como la velocidad del viento, la cantidad de lluvia o la intensidad de una sequía.
MAPFRE invita a autoridades, empresas y medios panameños a consultar el informe completo, que ofrece un análisis detallado del contexto actual y recomendaciones para avanzar hacia una mayor protección.
El informe completo está disponible en:
https://www.fundacionmapfre.org/publicaciones/todas/informe-cambio-climatico
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