Un nuevo informe de McKinsey & Company revela que, pese a ganancias récord de 1.2 billones de dólares en 2024, los bancos del mundo enfrentan un punto de inflexión. La consultora advierte que el modelo basado en escala está agotado y que solo las entidades que adopten estrategias “quirúrgicas” de precisión —apoyadas en inteligencia artificial y eficiencia de capital— mantendrán su rentabilidad.
El Global Banking Annual Review 2025 sostiene que los próximos años estarán marcados por una transformación estructural del sector financiero. “La precisión, no la magnitud, será el gran igualador de la banca”, afirma el estudio.
Según McKinsey, el auge reciente se debió a factores coyunturales —altas tasas de interés, balances sólidos y bajos riesgos—, pero esos vientos de cola están desapareciendo. La firma estima que, si los bancos no ajustan sus modelos, la rentabilidad global podría caer entre 7.3% y 9.2% hacia 2030.
El estudio introduce un “conjunto de herramientas de precisión” (precision toolbox) que redefine las prioridades del sector en cuatro dimensiones:
1. Tecnología: inversión selectiva en inteligencia artificial y automatización con impacto real en productividad y experiencia del cliente.
2. Consumidor: hiperpersonalización mediante datos y analítica para crear un “segmento de uno”.
3. Capital: eficiencia micro a nivel de producto, cliente y activo.
4. Fusiones y adquisiciones (M&A): operaciones selectivas que aporten capacidades o presencia estratégica, no tamaño.
La inteligencia artificial aparece como el factor más disruptivo: permitirá reducir costos hasta en 20%, pero también transferirá parte de esos beneficios a los clientes, reduciendo márgenes. El surgimiento de agentes autónomos —capaces de mover depósitos o recomendar créditos de forma automática— podría reconfigurar el negocio tradicional.
Si los bancos no adaptan sus modelos, las utilidades globales podrían caer en 170 mil millones de dólares (9%) hacia 2030.
Pese a la presión, el informe identifica una brecha clara entre líderes y rezagados: los pioneros digitales podrían aumentar su rentabilidad hasta en cuatro puntos porcentuales, mientras los que no avancen corren el riesgo de quedar por debajo de su costo de capital.
En América Latina, el estudio destaca que los bancos continúan mostrando rentabilidades altas, impulsadas por el crédito al consumo y márgenes elevados. Sin embargo, advierte que la región deberá acelerar su adopción de IA y modelos de personalización si quiere mantener su ventaja frente a mercados como India o Canadá, donde la digitalización y la precisión estratégica ya se traducen en mayor valor para el accionista.
Para descargar el reporte Global Banking Annual Review 2025, clic aquí: https://www.mckinsey.com/industries/financial-services/our-insights/global-banking-annual-review